Antes de hablar sobre los avatares en cursos eLearning, es interesante reflexionar sobre las palabras que usamos para hablar de estos elementos en los cursos de formación, sean interactivos o en videos. De esas palabras obtendremos algunos datos sobre la importancia que tienen los avatares o personajes en nuestra propia práctica.
En artículos posteriores hablaremos sobre elementos que se deben considerar al elegir y diseñar un avatar.
De dioses y obras
La palabra ‘avatar’ proviene de la palabra en sánscrito अवतार (avatāra). En dicha lengua, la palabra significa literalmente “descendiente”. En el uso en su cultura de origen, un avatar son las diversas formas en que un dios se manifiesta en el mundo. Ese dios suele ser Visnú, uno de los dioses principales del hinduísmo.
El dios Visnú asumió diversas formas humanas y de animales. Inclusive el Buda histórico (Gautama Siddhartha) es considerado uno de los avatares de Visnú. En ese sentido, un “avatar” es una forma de manifestarse, una “encarnación”. Digamos que es una forma de hacerse presente e interactuar.
Por otro lado, también la palabra ‘personaje‘ para referirnos a los avatares, como si las palabras fueran intercambiables. En cierto sentido lo son.
La palabra persona por su etimología latina significa “para sonar”. Era el nombre de las máscaras que se usaban en el teatro, porque servían de caja de resonancia para que las voces de los actores se escucharan más alto. Pero esas máscaras también servían para expresar diversas emociones o actitudes en una obra.
¿Qué se puede derivar de esto? Que el avatar es una manifestación de “alguien” dentro de un curso, es una personificación. Puede ser un guía, un compañero o incluso la representación oculta del mismo diseñador o creador del curso. Al mismo tiempo, es una forma de mostrar emociones en un entorno digital.
Me gusta la idea de pensar que un avatar o personaje es la forma en que las y los diseñadores instruccionales, los creadores de contenido y tutores se hacen presentes en un curso en forma diacrónica y establecen un vínculo con otras personas.
¿A qué le decimos avatares ahora?
Actualmente, cuando hablamos de avatares lo hacemos en dos sentidos:
- Para referirnos a las imágenes que nos representan en los foros, servicios de mensajería o chats, o incluso personajes tridimensionales que interactúan con otros en juegos masivos (MMORPG como World of Warcraft o Second Life).
- Para designar a los personajes que sirven como guías, narradores o presentadores en videos, cursos autoinstruccionales (eLearning) o videos.
Los avatares pueden ser trazados, dibujados a mano, o modelados con herramientas que generan personajes casi humanos, con volumen y sombras. No obstante, como veremos, los personajes dibujados tienen algunas ventajas especiales.
Los avatares tienen que ser humanos o humanoides. Es decir, pueden ser retratos realistas o caricaturizados de humanos, o bien de animales u objetos pero antropomorfizados, es decir, con algún rasgo que los haga parecer humanos: rostro, expresiones, posiciones corporales. Algo muy importante en un avatar es que sea posible establecer una “relación” y encontrar afinidades.
¿Cuál es la teoría detrás de los avatares en cursos eLearning?

Hay varios autores que han tratado este tema, pero aquí mencionaré solo a cuatro.
En E-Learning and the Science of Instruction, Ruth Colvin Clark y Richard E. Mayeros sugieren que las personas hacen un mayor esfuerzo por entender por entender algo si ocurre en el contexto de una conversación, es decir, cuando hay una interacción de tipo social. En parte, de ahí derivan su “principio de personalización”, el cual consiste, en pocas palabras, en dirigirse a los usuarios, utilizando un estilo conversacional.
Para reforzar este estilo, delinean lo que llaman agentes pedagógicos, “personajes en pantalla que ayudan a guiar el proceso de aprendizaje durante un episodio instruccional”. Esto permite a los estudiantes conectarse e involucrarse en una forma más personal con lo que están estudiando.
Karl Kapp, en su libro The Gamification of Learning and Instruction, afirma que es conveniente utilizar más de un avatar, porque cada uno de ellos puede asumir un rol diferente: puede ser un colega o “amigo” que va aprendiendo a la par, un mentor que enseña puntos importantes o un guía que apoya en la jornada del curso.
En su artículo The Benefits of Interactive Online Characters, Byron Reeves habla justamente de los beneficios de utilizar personajes en los cursos en línea. Los principales elementos que cubren los avatares son apelar a la inteligencia social (reconocimiento facial, de expresiones emocionales y lenguaje). El autor menciona que “el cerebro humano no está especializado para los medios del siglo XXI”, por lo cual no diferencia las interacciones sociales “reales” de las “irreales”.
La misma inteligencia social involucrada en las interacciones incrementa la memoria y el aprendizaje, lo cual incrementa la efectividad de una capacitación en línea. Asimismo, crean sentimientos de afinidad que estimulan la sensación de tener una experiencia personalizada. Este tema amerita ser mejor tratado en una publicación futura.
Ventajas prácticas de los personajes en los proyectos de formación en línea
Hay ventajas particulares de los personajes para la formación en línea en cuanto a narrativa, costos, versatilidad.
En cuanto la narrativa, un elemento notable de los personajes es que permiten generar un diálogo con los estudiantes. Es posible establecer una conversación y continuarla (mantener la coherencia en la secuencia del curso). También marca una indicación de los elementos más importantes.
Además, si un tema es serio o demasiado técnico y plano, un personaje puede iniciar una conversación más coloquial y despreocupada con los estudiantes, en la que se expliquen las cosas en un tono relajado y con cierto dejo de complicidad.
Los costos también tienen un impacto, sobre todo cuando se pone en contraste el costo de producción de uno o varios avatares con el de la contratación de uno o más actores para aparecer en casos, demostraciones, etcétera. Además existe un costo que no suele tomarse en consideración: el de actualización. Siempre es más fácil hacer cambios sobre cursos hechos con avatares que cuando se utilizan actores. Por no mencionar que de origen es más fácil construir todo lo imaginable o las situaciones más riesgosas o extremas utilizando avatares.
En cuanto a la versatilidad, una vez que un avatar es creado, es posible utilizarlo en campañas de difusión interna o incluso integrarlo al branding de la compañía.
En artículos posteriores hablaremos más sobre las ventajas de los avatares, qué tomar en cuenta al seleccionarlos y las mejores formas de utilizarlos en los cursos en línea.