No hay solo un libro que explique cómo escribir bien. Hay libros para aprender a redactar, incluso cursos para escribir un libro. Pero el trabajo cotidiano de la producción de cursos en línea se requiere guías prácticas para el uso correcto del lenguaje en productos o procesos específicos.
Eso es un manual de edición o manual editorial: un documento guía para estandarizar los contenidos escritos. Un manual editorial para los cursos en línea permite conservar la corrección en la escritura. A la vez, mantiene cierta flexibilidad para adecuarse a los tiempos actuales.
Los manuales de edición surgieron en las editoriales de medios escritos que necesitaban unificar sus criterios. Cuando hay un buen manual y sus indicaciones se siguen, es posible lograr publicaciones homogéneas y con una redacción correcta.
Un manual editorial puede contener elementos de estilo, tipografía, ortografía y gramática.
¿Una empresa o institución puede tener un manual editorial?
Sí. Cuando una empresa o institución desea que todos sus comunicados se apeguen a un estilo y que haya mensajes de marca homogéneos. O bien cuando quiere que se manejen ciertos términos de algún modo especial. Aunque no siempre concentran esa información en un solo documento.
Las organizaciones incluyen lineamientos de edición en sus documentos de identidad o en los “libros blancos”. También en sus manuales de comunicación interna y en diversos documentos de marketing y publicidad.
El manual editorial unifica todos esos elementos y permite verificar que no haya solicitudes que se contradigan. También ayuda a tener los lineamientos actualizados.
Qué contiene un manual de edición
Un manual editorial reúne varios elementos, entre otros:
- Cómo se usan los términos específicos de una materia o de una organización, así como la forma correcta en que se escriben (por ejemplo, nombres de medicamentos, nombres de productos o servicios).
- Los nombres oficiales de una empresa o institución y cómo hay que referirse a ella.
- Cómo se escriben los títulos o puestos de personas, o los nombres de las áreas (¿será “el área comercial” o “el Área comercial” o “el Área Comercial”?).
- Listados de términos que se prefiere escribir con mayúsculas, minúsculas o versalitas (mayúsculas con la altura de una minúscula). Esto está relacionado con el punto anterior, pero podría ser, por ejemplo, que al usar números romanos se prefiera usar versalitas.
- Listados de acrónimos y siglas usuales, con sus descripciones (por ejemplo OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte; CENDI, centro de desarrollo infantil).
- En qué casos se usarán cursivas, negritas, colores, subrayados.
- Si se utilizarán neologismos (palabras nuevas) y extranjerismos, y de qué forma se usarán. Si irán en cursivas o si ya son tan usadas que se dejan en “redondas”, como marketing, mouse, PC, couching).
- Excepciones a reglas en casos especiales (por ejemplo, si un lema o una frase promocional son un juego de palabras que involucra escribir incorrectamente algún término).
Pero también puede incluir indicaciones sobre estilo, lenguaje incluyente o no discriminatorio, uso de signos especiales, etcétera.
En el manual de edición también es posible indicar cuáles son los documentos de referencia (normas, reglamentos, documentos técnicos), qué diccionarios o sitios de internet se usarán para resolver dudas, si se usará un sistema de referencias, entre otras opciones.
Cómo se usan los manuales de edición en eLearning
En el desarrollo de eLearning hemos descubierto desde hace tiempo que es muy útil, más bien necesario, incorporar los manuales de edición. Estos lineamientos brindan claridad a la hora de revisar contenidos y permiten unificar el estilo y mejorar la calidad de los materiales escritos.
¿Cuáles textos? Para decirlo rápido, cualquier texto incluido en un desarrollo e-learning. Sea que se visualice en pantalla, que sirva como guía para la grabación de voz o que se descargue para impresión o lectura: guiones instruccionales, guiones para locución, storyboards, documentación descargable, elementos de la interfaz, guías rápidas, infografías, entre otros.
Una diferencia entre los manuales de las editoriales y los de eLearning es que las editoriales suelen adaptar los contenidos a sus lineamientos, mientras que en eLearning el manual se adapta a las necesidades de cada audiencia, cliente u organización.
Quién implementa el manual
La implementación de estos lineamientos puede estar a cargo de quien hace el diseño instruccional, aunque es preferible que lo haga una persona con perfil específico y experiencia en corrección de estilo y edición de textos. La segunda opción es preferible porque hay una revisión especializada y permite dar un valor agregado a los contenidos.
Las y los diseñadores instruccionales pueden concentrarse en la parte didáctica y es muy importante que escriban con claridad y corrección. No obstante, un especialista en lenguaje puede detectar vicios de escritura o ubicar si un criterio se está aplicando en forma diferente. También encontrar oportunidades para presentar la información en una forma más clara o incluso más atractiva y amena.
Por qué es importante tener un manual de edición
- Tener un manual editorial o proponer al cliente un manual editorial es una buena práctica de trabajo, muy pertinente en equipos multidisciplinarios.
- Hace posible unificar los esfuerzos en grupos de trabajo grandes.
- Permiten resolver controversias o incorporar la solución aplicada en los lineamientos editoriales.
- Los manuales de edición permiten que haya un punto en común cuando hay dos o más revisores, o cuando una persona revisa en una fase del proyecto y otra persona en una fase posterior.
La producción de cursos en línea tiene (o debe tener) varios puntos de revisión y los manuales de edición son la mejor herramienta para homologar criterios y resolver dudas.
Si un proveedor te pregunta si tienes un manual de edición, sabrás que toma muy en serio el aspecto de corrección en la escritura. Si no tienes un manual y te ofrecen generar uno para tu empresa o institución, obtendrás un doble beneficio.