Artículo escrito por Ilse Díaz
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¿Por qué a mis colaboradores no les gusta el eLearning?
Si bien la capacitación por medio del eLearning está cobrando mayor presencia, aún hay muchas personas que no están convencidas de su efectividad. Por desgracia, la mayoría de esas personas son justamente quienes toman los cursos.
Si el eLearning es una tendencia que va en aumento a nivel mundial, ¿por qué a tus colaboradores no les gusta? Estas son algunas de las causas más comunes, junto con sus posibles soluciones.
“Al eLearning le falta el toque humano”
Un miedo común con respecto a los cursos en línea es que el capacitando no tendrá a un instructor que lo guíe y ayude, que estará aislado sin la experiencia de comentar con sus compañeros, o que se quedará con dudas.
Este punto puede solucionarse haciendo uso de actividades como los foros y chats, que incluso se pueden configurar desde el LMS. En muchas ocasiones el toque humano se puede dar a través del lenguaje utilizado, con una voz cálida e incluso con un avatar que permita al usuario establecer una conexión. En cuanto a las dudas pendientes, podría incluirse un glosario para explicar términos importantes o confusos. También es posible incluir un botón de ayuda que permita al usuario comunicarse con un experto.
“El usuario no tiene control sobre la experiencia”
Una de las grandes ventajas de los cursos eLearning es que el mismo curso puede hacerse llegar a cientos, miles de personas. Sin embargo esta ventaja puede jugar en contra del curso si éste no está bien diseñado, porque el usuario final puede sentirse desconectado del contenido, no estar familiarizado con ciertos términos o bien conocer uno o varios de los temas perfectamente y terminar aburriéndose.
Es indispensable tener en cuenta el perfil de usuario. Si es tan amplio que incluye personas con todos los tipos y niveles de conocimiento, es conveniente dividirlo en módulos y dejar que el usuario quien decida cuáles toma. Recuerda que una vez se pierde la atención, es muy difícil recuperarla.
“No tiene interactividad/¡Tiene demasiada interactividad!”
Hay quienes piensan, incluso “expertos” en eLearning, que este tipo de cursos son sólo una presentación con animaciones, en donde la máxima interacción del usuario con el contenido es dar clic en siguiente, mientras que el resto del tiempo se dedica a leer el texto que aparece en pantalla, en ocasiones acompañado con una imagen de poca calidad. Afortunadamente no es así.
Gracias a la tecnología contamos con múltiples opciones como las actividades integradas en los LMS, las incluidas en el software de autoría y, por supuesto, las que se integran a los cursos que se programan desde cero. El objetivo, claro está, es diseñar interacciones significativas que ayuden a que el usuario se involucre en su propio aprendizaje, creando conexiones que perduren, mas no utilizar absolutamente todas las interacciones posibles durante todo el curso. ¡Pueden convertirse en un increíble distractor!
Que un curso sea en línea no significa que tiene que estar lleno de actividades e interacciones sin sentido, que más que ayudar perjudican el proceso de aprendizaje. Utiliza la cantidad justa, no más, no menos.
“Los cursos eLearning son eternos”
Es muy fácil sobrecargar de contenido un curso de eLearning. Por desgracia, el rango de atención de una persona adulta es de aproximadamente 20 minutos (puedes leer más sobre este tema en el artículo Neurociencia del aprendizaje). Después de este tiempo necesitará un descanso, una actividad, un cambio de ritmo, alguna variación. Más no es mejor.
Los cursos en línea te permiten ahorrar tiempo, pero quizá no sea la mejor opción hacer un curso de cuatro horas para presentarle a tus colaboradores el nuevo software que se usará en la empresa. Pequeños módulos, que permitan digerir el nuevo contenido, podrían ser una mejor opción (por ejemplo, podrías considerar una estrategia basada en m-learning).
“Se ve feo y anticuado”
Aunque el contenido es el protagonista principal cuando se piensa en crear un curso, la forma en que se presenta tiene una gran importancia. Piensa en un curso que hayas tomado y haya parecido que lo crearon hace más de 10 años y nunca fue actualizado. ¿Con qué actitud lo tomaste? Probablemente el mal diseño tuvo más peso que el contenido, incluso restándole credibilidad a éste.
Si bien un eLearning no debe tener el mismo nivel de diseño que una película animada de una gran casa productora o el de una campaña de publicidad, se debe crear un ambiente que sumerja al usuario en el curso, no que lo distraiga (ya sea por parco o por sus grandes animaciones y efectos).
“Está lleno de errores de escritura”
Tal vez uno de los procesos más denostados sea el de edición del contenido. Después de todo, basta con que escribas con atención, ¿cierto? No es así. Si tienes un dolor en el estómago que ha durado días, irías con un profesional. La misma lógica debe aplicarse aquí. Los errores gramaticales y sintácticos que permanezcan en el curso por saltarte el proceso de edición hecho por un profesional pueden tener un gran costo. En el mejor de los casos, si son detectados antes del lanzamiento, sólo te costarán tiempo y dinero. Pero si los detectan los usuarios finales, te costarán la credibilidad del curso e incluso de futuros entrenamientos. Un profesional de la edición puede hacer que un curso se convierta en un gran curso.
“El contenido no tiene sentido para el usuario”
Pocas cosas desmotivan tanto como no entender por qué tienes que tomar cierta capacitación. Desde el punto de vista del usuario final, es indispensable darle valor al contenido. La solución puede ser tan sencilla como explicar el objetivo del curso, o puedes ser más creativo y presentar un caso en el que se ejemplifique el uso que el usuario le dará a este nuevo conocimiento, y los beneficios que obtendrá por aprenderlo.
Conclusión
Como puedes ver, muchos motivos por los que a tus colaboradores no les gusta el eLearning se deben a un diseño incorrecto. Múltiples factores están en juego cuando se planea un curso, como su objetivo, el contenido, el perfil del usuario y cómo se presentará.
Es importante que elabores tus cursos tomando en cuenta el plan de capacitación. De ese modo podrás detectar en qué puntos debes intervenir para logra una producción que sea más atractiva y útil para tus colaboradores, sea que lo desarrolles en forma interna o que contrates a un proveedor. En el segundo caso, expresa claramente tus expectativas y toma en cuenta el trabajo que tendrá que realizarse.
¿Añadirías alguna sugerencia a las que hemos mencionado?
Puedes descargar esta gráfica para tener siempre presente qué puedes hacer para mejorar tus cursos eLearning.