¿Usar la taxonomía de Bloom o la de Marzano-Kendall?

Portada-¿Usar la taxonomía de Bloom o de Marzano-Kendall?

En un artículo anterior hablamos un poco sobre la taxonomía de Marzano y dijimos que sus autores la plantearon como un modelo que superaba las limitaciones de la clásica taxonomía de Bloom.

Ahora revisaremos cuáles son las diferencias entre ambos planteamientos. ¿En verdad la taxonomía de Marzano supera a la de Bloom? Si quieres saber más, sigue leyendo.

¿Qué es la taxonomía de Bloom?

La taxonomía de Bloom es un modelo de objetivos de aprendizaje creado por el psicólogo estadounidense Benjamin Bloom en 1956, basado en los conocimientos que el conductismo y el cognitivismo habían alcanzado en esa época.

Partiendo de tres aspectos en el proceso de aprendizaje establecidos por pedagogos hacia 1948 (cognición, afectividad y psicomotricidad), Bloom se centró especialmente en el primero de ellos, el cognitivo, y estableció seis niveles de aprendizaje organizados jerárquicamente de acuerdo a la complejidad que requieren para ser incorporados: conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.

La idea de Bloom es que el estudiante pase por estos seis niveles, desde la adquisición básica de los contenidos hasta la evaluación crítica de los mismos, en las tres áreas antes mencionadas, es decir, el aspecto cognitivo, el aspecto afectivo y el aspecto psicomotor.

¿Qué diferencias hay entre el modelo de Bloom y el de Marzano?

A pesar de que la taxonomía de Bloom ha sido considerada el modelo clásico para elaborar objetivos de aprendizaje en un proceso educativo, ha tenido varias ampliaciones y revisiones, como la de Lorin Anderson y David Krathwohl en 2001.

En el caso de Marzano, y como dijimos en el artículo anterior, la principal crítica al modelo de Bloom consistía en que era demasiado teórico y poco práctico, ya que no tomaba en cuenta elementos como el tipo de información que se busca enseñar y la motivación del estudiante en el proceso de aprendizaje.

El modelo de Marzano busca incorporar estos aspectos, dándole un lugar preponderante a factores como la motivación, la memoria y las emociones; en otras palabras, mientras que Bloom se centra sobre todo en el aspecto puramente cognitivo, Marzano intenta un modelo que integre de forma más efectiva las tres esferas establecidas por Bloom.

Otra crítica que Marzano hace de los seguidores del modelo de Bloom es que este pensó su taxonomía únicamente como una clasificación de la forma en que procesamos la información, pero se utilizó como un modelo teórico para el diseño curricular, especialmente en la evaluación, en el cual se lograba una mayor precisión para evaluar un programa basándose en la capacidad para formular objetivos con precisión.

Comparativo entre las taxonomías de Bloom y Marzano-Kendall

Aspectos

Taxonomía de Bloom

Taxonomía de Marzano

Enfoque

Prioriza la memorización, asimilación y un dominio autónomo del conocimiento.

Se enfoca en la puesta en práctica del conocimiento, va más allá del saber, se enfoca en el saber y en el hacer.

Proceso de aprendizaje

Se enfoca en adquirir el conocimiento y después pasar al siguiente, quedándose en el Ser y el Saber.

Formula objetivos o resultados esperados del aprendizaje.

Base teórica

Basado en marcos de referencia.

Basado en teoría del pensamiento humano.

Utilidad

La forma de tener dominio sobre el aprender.

Herramienta para formular estándares de mayor utilidad para los educadores.

Aplicación

Dominio del aprendiz individual con las metodologías y actividades cognitivas.

Su uso puede ir más allá hacia el desarrollo curricular.

Cuadro comparativo de las Taxonomías de Bloom y Marzano-Kendall

Como hemos mencionado, ambas taxonomías guardan una estrecha relación, pues la de Bloom inspiró a la de Marzano-Kendall.

Pero entonces… ¿cuál es mejor?

De todo lo que hemos visto podemos decir que la taxonomía de Marzano es una superación en todos los aspectos del modelo de Bloom, ya que tiene incorpora aspectos del proceso de aprendizaje que aquel dejó de lado o de los que no se ocupó lo suficiente, además de ser un modelo más reciente y que ha incorporado elementos que no existían al momento en que Bloom formuló su modelo, como las nuevas tecnologías de la comunicación.

Sin embargo, como en todo, debemos tener cuidado de abrazar incondicionalmente un modelo de aprendizaje. Puede que haya estudiantes o temas a los cuales el modelo de Bloom les siente mejor, ya sea porque la forma de aprender de ellos funciona más acorde a esa taxonomía, o porque el carácter de la asignatura (sobre todo las vinculadas a ciencias exactas y naturales) deja poco espacio a un modelo de aprendizaje movido por la motivación o la esfera afectiva.

Por lo tanto, nuestro consejo es que evalúes qué taxonomía aplicar según las necesidades de cada caso, de cada tema y de cada curso, así como del público al que está dirigido.

Esto ha sido todo por hoy, esperamos que esta información te haya sido útil. Si quieres recibir más contenido y mantenerte al tanto de las últimas tendencias y novedades sobre nuestros cursos o e-learning, puedes seguirnos en nuestras redes sociales y en nuestro blog, donde podrás encontrar muchos más artículos como este.

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