Modelo de diseño instruccional: diseño invertido

Modelo de diseño invertido
Modelo de diseño invertido

Ya antes revisamos el modelo Assure de diseño instruccional. Como se comentó, es un modelo muy popular y con características orientadas al diseño de procesos lineales y de tiempos breves de producción.

En esta ocasión vamos a hablar del modelo de diseño instruccional invertido, también conocido como modelo de diseño hacia atrás.

Si debiéramos formular en qué consiste el diseño instruccional invertido, podríamos decir que implica la planeación del proceso de formación no a partir de los contenidos para luego llegar a la evaluación, sino de modo inverso: primero se planifica la evaluación y, con base en ello, se diseñan contenidos que efectivamente cubran los aprendizajes esperados en la evaluación, lo que se traduce en la construcción de objetivos bien claros, alcanzables, plenamente identificados y en cierto modo “realistas”.

Veámoslo en detalle.

Diseño invertido o hacia atrás

Desde el punto de vista práctico, parece un modelo fácil de implementar, en virtud de las pocas fases que tiene el proceso, además de ser un modelo que reta al docente a llevar una planificación fuera de lo tradicional, y dirige al estudiante a adquirir aprendizajes significativos y no superficiales.

Ventajas

  • Este modelo coloca los resultados de aprendizaje de los estudiantes en el centro.
  • Es flexible para estructurar, tanto en la experiencia de aprendizaje como en las herramientas de evaluación empleadas.
  • Los docentes determinan desde un principio los objetivos de aprendizaje de los alumnos.
  • Sale de la zona de planificación tradicional.
  • Fácil de diseñar por que cuenta con solo tres etapas o fases.
  • Se necesita el diseño de un instrumento de evaluación que cumpla con los estándares de los objetivos planteados.

Desventajas

  • El docente se puede sentir rebasado al pedirle innovar en la planificación de sus actividades, para llevarlas a un nivel de experiencias de aprendizaje significativas, ya que implica un cambio en la lógica de la planificación de la clase al que la mayoría está acostumbrados.
  • Es necesaria una comprensión real de los contenidos por parte de los estudiantes, y que estos se encuentren comprometidos y motivados en su aprendizaje. En otras palabras, los contenidos deben estar muy bien diseñados.
  • Propone una forma de planificar de manera que los objetivos de enseñanza, las evaluaciones y las actividades estén alineadas entre sí. Si esta alineación no ocurre, podrían gestarse aprendizajes superficiales.

Conclusión

Como se muestra después de estas sucintas precisiones, el modelo de diseño hacia atrás tiene la característica de lograr a los docentes/capacitadores de su zona de confort para entonces proponerles el reto de diseñar procesos de aprendizaje desde una perspectiva diferente.

De cara a los estudiantes/capacitandos estas son buenas noticias, pues invariablemente recibirán contenidos con una perspectiva novedosa con las que se les podrá sorprender. Los resultados de este cambio de visión pueden ser impactantes.

No obstante, hay que tener presente que esto puede representar una carga de trabajo mayor para el docente/capacitador, lo cual puede entrar en conflicto con el tiempo del que de hecho se dispone para hacer este tipo de planeaciones.

Hasta aquí con respecto al modelo instruccional de Diseño invertido o Diseño hacia atrás. Esperamos que haya sido de utilidad. No olvides seguir pendiente, pues estaremos abordando más modelos instruccionales.

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