¿Te preocupa la seguridad de tus peques al tomar clases en internet?

consejos para la seguridad de niñas y niños en internet

consejos para la seguridad de niñas y niños en internet

Si como adultos nos sentimos vulnerables a ataques en internet, o de hecho los hemos sufrido, ¿cómo evitar sentir preocupación por las niñas o los niños a nuestro cargo cuando usan internet? Sea para sus clases o como entretenimiento, una conexión a la red se ha hecho cada vez más presente en nuestras vidas.

¿Qué medidas de precaución es conveniente tomar? ¿Hasta qué punto es posible controlar “todo” lo que llega a oídos y ojos de nuestras hijas, hijos, sobrinas, sobrinos, nietos, nietas? Este será el primer artículo de una serie enfocada en consejos de seguridad y bienestar en el uso de dispositivos electrónicos y aplicaciones de internet.

La seguridad es una misión compartida

Si estás leyendo esto, tienes acceso a dispositivos electrónicos, a una conexión a internet y a “redes sociales”. Es posible que conozcas a más de un menor de edad (incluso menores de 12 años)  que navegan en internet casi sin restricciones, en teléfonos, tabletas… y que eso te produzca cierta incomodidad.

En cuanto a seguridad en internet se dice mucho, hay software específico, muchos artículos de consejos. Pero cuando requerimos hacer algo nos damos cuenta de todos los elementos que hay que tomar en cuenta.

La seguridad de niñas y niños en internet es una responsabilidad y una misión compartida, entre madres y padres, tutores, profesores y profesoras, la dirección de las escuelas… incluso gobiernos.

¿A qué pueden estar expuestas las niñas y los niños por el uso de dispositivos e internet?

Además de las precauciones de higiene de la vista o para prevenir el sedentarismo, existen tres tipos de riesgos para los menores:

  • Acceso a contenidos inadecuados. Considerar que un contenido es “inadecuado” suele depender de la edad, creencias personales o moral familiar, la educación recibida, incluso las costumbres de la sociedad donde se habita. Aunque es evidente que las y los menores no deberían estar expuestos a mensajes de odio o violencia gráfica, por ejemplo.
  • Riesgos para la integridad emocional. Como ver imágenes de violencia y agresiones (sean ficticias o reales), imágenes de accidentes o enfermedades, ficción de terror, pornografía.
  • Riesgos de ser víctimas de actos ilícitos. Pueden padecer robo de información, robo de datos o fotos para comerciar con ellas, o incluso seducción con propósitos de secuestro, rapto o abuso en distintos niveles.

Otro riesgo que no se suele mencionar, es la posibilidad de que la o el menor se convierta en un agresor.

¿Internet es un “espacio” hostil o inseguro?

La red es un reflejo de lo que existe en el mundo. Al final de cuentas el contenido sigue siendo generado por humanos. Tal vez su organización, dosificación y selección sean mediados por algoritmos e inteligencia artificial. Pero el contenido sigue siendo producido por humanos.

El gran beneficio y el gran problema con internet es que potencia todo: velocidad, alcance, capacidad de procesamiento y memoria. Tanto para actividades lícitas como ilícitas.

Lo más importante es hacer conocer a las y los menores que cualquier comportamiento que pueda resultar riesgoso en un espacio “real” lo es también en un espacio “virtual” (o digital), puesto que la falsa seguridad que genera la distancia suele ser el motivo de que se comparta información de más o que se imiten comportamientos nocivos.

¿Los entornos educativos en línea pueden sufrir este tipo de amenazas?

No todas las plataformas son iguales, ni todos los dispositivos tienen el mismo grado de medidas de seguridad.

En un entorno educativo en línea destinado a menores, se trata de aplicar medidas que resguarden al máximo su integridad y privacidad. No obstante, no están exentas de riesgos, sea por omisiones o por ataques.

Es importante siempre, como tutores (padres, madres, abuelas, abuelos, etc.):

  • Tomarse el tiempo de conocer la plataforma que utilizarán las y los menores.
  • Sea correo electrónico, Moodle, Google Classroom o cualquier otro sistema, es preciso conocer las claves de acceso. Claves, números de matrícula, cuentas de correo de menores, cuentas de acceso a plataforma, no deben ser compartidos ni difundidos.
  • Verificar que exista un clausulado de confidencialidad y protección de la información.
  • Investigar si hay un número telefónico o al menos una cuenta de correo a donde se puedan responder cualquier problema o inquietud al respecto, sea técnico o por cuestiones de seguridad.
  • Verificar que las comunicaciones se den solo con los docentes involucrados y únicamente para temas de trabajo escolar. Los menores no tendrían que ser contactados para enviar documentos de identidad, por ejemplo. Las cuestiones administrativas deben ser tratadas siempre con las personas responsables (padres, madres, tutores, etc.).

¿Cómo puedo identificar las amenazas en línea?

La principal fuente de información sobre lo que está ocurriendo en línea será siempre la o el menor. Pero sabemos que no siempre existe la posibilidad de tomar este camino. Sea por pena, temor a castigos o regaños, falta de confianza o simplemente por el hecho de querer ocultar cosas esta vía no es la más práctica.

Lo ideal sería establecer una comunicación franca sobre el tema de los riesgos en internet, con información acorde a la edad de los menores.

Se puede decir algo como “Ya te hemos dicho que no platiques con personas desconocidas. Lo mismo ocurre en internet. Si no conoces a una persona que te saluda, avísame para ver qué ocurre.” O bien “Ya sabes que nadie puede ver ni tocar tus partes privadas sin tu consentimiento. Eso aplica en internet también, nadie puede exigirte fotos ni videos si te sientes incómoda o consideras que no es correcto hacerlo.”

Si no es viable la comunicación, siempre está la posibilidad de utilizar herramientas digitales para controlar listas de contactos, tiempo de uso de internet, bloquear aplicaciones, censores de sitios web.

No obstante, es importante establecer que las mejores herramientas de protección serán la comunicación, la confianza y ofrecer desde la infancia información sincera y adecuada a la edad de la o el menor.

Además, hay un elemento muy importante. Es necesario ayudar a las niñas y los niños, a realizar un análisis crítico del tipo de información al que pueden acceder. No siempre estaremos junto a ellas o ellos. No siempre podremos responder sus dudas de manera inmediata. También tienen que aprender a discriminar aquello que podría resultar dañino para su integridad emocional, mental o física.

¿Hay medidas prácticas que pueda implementar ya?

Como información práctica en cuanto a los entornos de educación o estudio, algunas sugerencias generales serían:

  1. Mantener el entorno de estudio lo más cerrado posible. Si bien internet es una ventana al mundo, es importante que las y los menores tengan separado su espacio de estudio: una cuenta de correo electrónico especial para sus clases y plataforma educativa y solo una cuenta.
  2. En la medida de lo posible, utilizar navegadores de internet seguros o con filtros. Realizar las búsquedas con el menor y enseñarle cómo realizar búsquedas efectivas y seguras.
  3. Tener en el menú de búsquedas rápidas del dispositivo una serie de vínculos a sitios de información válida y adecuada: vínculos a enciclopedias en línea, revistas de divulgación, diccionarios en línea, etcétera.
  4. Tener a la mano las contraseñas de correo electrónico y otro tipo de servicios. Al menos los relacionados con la escuela o servicios informativos.

¿Cómo mantener seguro el correo electrónico?

A propósito del correo electrónico, la mayoría de los servicios requieren que los menores tengan por lo menos 13 años. ¿Qué hacer entonces? Se puede gestionar una cuenta a nombre de uno de los tutores, quien deberá mantenerse al pendiente y no usarla para otro propósito. Pero no al revés, no darle a un menor una cuenta que ya ha sido usada por un adulto.

De este modo es más fácil mantener el orden y es más difícil que lleguen a los pequeños o adolescentes contenidos que pudieran ser inadecuados.

Otra opción es utilizar servicios como Google Family Link, que permite vincular las cuentas de Google para menores de 13 años. Esta opción viene bien por la adopción generalizada de Google Classroom. En ocasiones la misma escuela se encarga de gestionar cuentas especiales para sus alumnas y alumnos.

El consejo vale igual: hay que mantener dicha cuenta solo para ese uso.

¿Cómo mantener seguros los servicios de mensajería como WhatsApp, Messenger o Facetime?

Es difícil mantener a los pequeños lejos de los servicios de mensajería. ¿Por qué nos causan preocupación? Porque esos medios pueden ser utilizados por cualquier persona. Además, son entornos en los que se intercambian archivos, videos, imágenes.

Hay padres, madres, tutores, que se preocupan de que sus hijos o hijas tengan acceso a TikTok o a videos de YouTube, por ejemplo. Bueno, si tienen un servicio de mensajería es muy fácil que esos contenidos lleguen de un momento a otro.

Es posible ajustar las configuraciones de algunas aplicaciones, como WhatsApp, para que no descargue de inmediato los archivos, pero eso sería una medida limitada.

En cuanto a la privacidad, algunas aplicaciones como Telegram, WhatsApp o Facetime  tienen elementos de cifrado de extremo a extremo. El problema es que, una vez aceptado un contacto, lo único que cuenta es el tipo de comunicación que se establece.

Messenger tiene una versión llamada Messenger Kids dirigida a menores de 13 años, que permite controlar y monitorear la lista de contactos disponible (cuando alguien solicite entrar en contacto con la niña o el niño, siempre solicitará aprobación por parte de la persona adulta que tiene a su cuidado al pequeño).

Un punto importante es la necesidad actual que existe entre los pequeños de establecer comunicación con sus pares: sus amigas y amigos. Debido a la contingencia de Covid-19, las niñas y los niños en este momento no tienen otras formas de interactuar con sus pares. Estos medios de interacción social deben verse no solo como amenazas o “pérdida de tiempo” sino también como una herramienta para su bienestar emocional.

Conclusión provisional

El tema es vasto y este artículo es apenas una breve introducción al mismo. Hay varios temas relacionados con el uso de las tecnologías de información y comunicación en la educación de los que se debe estar consciente y saber todas las implicaciones, positivas y negativas.

La idea que quise expresar es que lo más importante como adultos responsables de menores es tener una vigilancia y participación constantes, de preferencia compartida con otros adultos cercanos (pareja, abuelas, abuelos, etc.) que participen de la educación de las y los menores. Además de ello, establecer lazos de confianza y comunicación, junto con un acompañamiento para aprender a seleccionar y juzgar información y fuentes de información.

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