Los mapas conceptuales son una herramienta que se utiliza desde hace mucho tiempo en la educación. También se ha incorporado al e-learning, aunque en ocasiones se ha privilegiado el diseño gráfico o su apariencia estética por encima del objetivo básico de este tipo de mapeo de información.
Si ya sabes qué son y cómo se elaboran, puedes saltarte hasta la sección Siete consejos para hacer mejores mapas conceptuales.
Tabla de contenido
- ¿Qué son los mapas conceptuales?
- Beneficios de los mapas conceptuales
- ¿Es lo mismo un mapa conceptual que un mapa mental?
- ¿Cómo se elaboran?
- ¿Son relevantes en e-learning?
- Siete consejos para hacer mejores mapas conceptuales
- 1. No te limites a desmembrar textos
- 2. Usa descriptores concisos
- 3. Plantea una pregunta inicial
- 4. Identifica muy bien la idea base… y temas relevantes poco notorios
- 5. Usa los mapas conceptuales a la inversa
- 6. Emplea herramientas convencionales
- 7. Haz (o solicita) una lectura crítica de tu mapa conceptual
- Conclusión
¿Qué son los mapas conceptuales?
Ante todo, es importante recordar que esto es una técnica o método de aprendizaje, desarrollada por Joseph D. Novak. Se sustentan en el modelo de aprendizaje significativo de David Ausubel (1918-2008), quien fue un psicólogo y pedagogo estadounidense que desarrolló la teoría del aprendizaje significativo, en el marco de la pedagogía constructivista. Sus obras principales son Psicología del aprendizaje significativo verbal y Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo.
Los mapas conceptuales permiten organizar la información en forma visual (gráficamente) que permite analizar la información en conjunto, identificando las ideas o conceptos, así como las relaciones entre ellas y las jerarquías que existen.
Esta técnica ayuda a que los alumnos comprendan los conocimientos que deben aprender, además de establecer relaciones entre ellos o con conocimientos previos. Aunque son una gran ayuda para recordar, no son tanto una herramienta mnemotécnica como una herramienta para organizar los contenidos que se aprenderán.
Beneficios de los mapas conceptuales
Sus beneficios más evidentes son que:
- Permiten analizar y sintetizar ideas.
- Hacen posible visualizar los conceptos y sus conexiones.
- Hacen más fácil aprender nuevos conceptos.
- Sirven como refuerzo para la comprensión de los temas.
- Se explica con palabras propias lo que se ha aprendido sobre un tema.
Hay otros beneficios adicionales que iré haciendo notar en el resto del artículo.
¿Es lo mismo un mapa conceptual que un mapa mental?
No. El mapa mental permite memorizar, establecer relaciones entre elementos, pero se busca tener una representación de la forma en que una persona aprende sobre ese concepto (incluso se dice que es más “orgánico”). Por lo mismo, se utilizan dibujos, se pueden utilizar ramas de diferentes tamaños para representar temas y sus jerarquías, entre otras posibilidades.
Un mapa mental es una herramienta de estudio, de memorización y visualización de información. Hay reglas básicas para generarlos o crearlos, como partir de una idea central y de ahí ramificar todos los temas relacionados, utilizar cualquier recurso útil para expresar la idea (asociación visual), utilizar diferentes tipos de letra y tamaños, establecer la jerarquía de las ideas de acuerdo con el tamaño de las letras usadas… para decirlo en pocas palabras, se enfoca más en los aspectos visuales y creativos.
Un mapa conceptual tiene como objetivo organizar, jerarquizar y relacionar conceptos. Con estas acciones se logra una mayor comprensión y articulación de los temas que se están aprendiendo. Es un propósito más simple (en apariencia), pero poderoso.
¿Cómo se elaboran?
Un mapa conceptual requiere planeación y una secuencia de acciones.
- Lee y comprende la información.
- Ubica las palabras clave (a menudo son nombres o sustantivos). Subráyalas o destácalas de algún modo y haz una lista.
- Determina cuál es la jerarquías entre las ideas o los conceptos.
- Identifica las relaciones entre las ideas.
Estos son los elementos utilizados:
- Ideas y conceptos: Son los nombres, objetos, ideas completas, que se mencionan en el texto que se convertirá en mapa. Se representan con formas simples como rectángulos u óvalos.
- Descriptores: Son las palabras que describen el tipo de conexión entre los conceptos o ideas. Suelen ser verbos o preposiciones, o una combinación de ambas.
- Conectores: Los elementos que conectan ideas y conceptos con los descriptores y entre sí. Son líneas y flechas.
El primer paso es colocar la idea principal dentro de una figura geométrica, que suele ser un rectángulo o un óvalo. Luego relaciona esta idea con las ideas de nivel inferior a través de conectores, con los descriptores colocados a través de los conectores o sobre ellos. Establece todas las relaciones necesarias.
Un mapa conceptual puede ser tan complejo o sencillo como lo necesites, siempre que sigas las nociones básicas.
¿Son relevantes en e-learning?
Por supuesto. Los mapas conceptuales son una excelente herramienta gráfica para resumir temas y organizar información. También se pueden utilizar como herramienta de evaluación (hablo un poco más de eso adelante).
Al solicitar a los estudiantes que generen mapas conceptuales, tendrán que usar sus propias palabras para identificar el tema central, las nociones secundarias y complementarias, así como las relaciones entre los elementos.
Esto requiere hacer paráfrasis, comprender un texto, analizarlo. También permite identificar si un tema no fue bien comprendido o si no han quedado claras las relaciones con otros temas.
Más aún, es posible incluirlos dentro de actividades (por ejemplo, arrastrar y soltar), ofrecerlos como material de apoyo, o incorporarlos como parte de una estrategia de m-learning, debido a que permiten ofrecer información en forma esquemática.
Siete consejos para hacer mejores mapas conceptuales
Ahora que ya tienes una noción general de qué son y para qué sirven los mapas conceptuales, te daré algunos consejos para que les saques el máximo provecho:
1. No te limites a desmembrar textos
Este es uno de los principales tips que puedo darte: un mapa conceptual no es solo un texto desarmado. Considera este texto sencillo obtenido de Wikipedia sobre Lorem ipsum:
Lorem ipsum es el texto que se usa habitualmente en diseño gráfico en demostraciones de tipografías o de borradores de diseño para probar el diseño visual antes de insertar el texto final.
¿Cómo representarías en un mapa conceptual esta definición?
He visto representaciones gráficas de este tipo:
Pero un mapa conceptual requiere un análisis de la información y un replanteamiento del contenido. No es solo separar elementos o ponerlos en cajas.
¿Cuál es una mejor forma de realizar un mapa conceptual de este párrafo?
¿Notas la diferencia? Compáralo con el texto original.
Es claro que también la forma de organizar las cajas es importante, pero lo más notorio es que existe otro planteamiento de la información más lógico y relevante (significativo) para el aprendizaje.
2. Usa descriptores concisos
Entre más conciso es el descriptor, mejor queda identificada la relación y permite identificar relaciones semejantes dentro de un texto.
Lo deseable es que fueran solo verbos, preposiciones o una combinación de verbos y preposiciones.
3. Plantea una pregunta inicial
Si tienes problemas para comenzar a hacer tu mapa porque no sabes por dónde iniciar, puedes hacer una pregunta que quieras resolver con el texto que analizarás.
Esto te permitirá enfocarte y ubicar las nociones más importantes para responder a tu problema y cuáles son las ideas complementarias, o bien qué partes del texto no aportan información útil a tu mapa.
4. Identifica muy bien la idea base… y temas relevantes poco notorios
Al leer el texto hay que tratar de extraer primero la noción central y resumirla en una sola idea o una sola frase concreta. En un texto se incluirán otras nociones complementarias o información adicional.
No obstante, esta forma gráfica de ver la información te permitirá identificar si la información de las ideas secundarias está balanceada o hay una parte que pese más. Si eso ocurre, quizá estés frente a un concepto que tiene un peso propio y requiere un análisis más específico.
5. Usa los mapas conceptuales a la inversa
Un mapa conceptual no solo te permite analizar textos. También te puede servir como una herramienta para generar tus propios textos o contenidos.
Teniendo claro cuál es la idea principal, cuáles son las ideas relacionadas y las conexiones entre ellas, tendrás una forma clara y organizada para redactar resúmenes, ensayos, incluso artículos completos.
De esta manera tendrás un esquema base y solo lo irás complementando con las explicaciones, tendrás un objetivo claro y no te perderás (por ejemplo, desarrollando de más una idea secundaria).
Puedes elaborar un mapa conceptual por sección, por capítulo, por subtítulo y después hacer uno con los grandes temas de tu trabajo.
6. Emplea herramientas convencionales
Es cierto que podemos utilizar software para generar mapas conceptuales. No obstante, este no tiene que ser tan específico como en el caso de los mapas mentales. Puedes utilizar PowerPoint para hacer un mapa conceptual. O lápiz y papel.
Por ejemplo, puedes utilizar Post-it Notes para escribir los conceptos y ordenar las ideas sobre una pizarra, un pliego de papel, un pintarrón o una ventana. Luego establecer las relaciones entre ellos con un plumón borrable.
A diferencia de los mapas mentales, no es indispensable que utilices dibujos o ilustraciones, letras de distintos tamaños o colores.
Una vez que tengas la organización del mapa, puedes utilizar una gran cantidad de programas para convertirlos en un archivo digital.
7. Haz (o solicita) una lectura crítica de tu mapa conceptual
Cuando termines de hacer el mapa, revísalo. Puedes utilizar estas preguntas como guía (y puedes responderlas tú, pero también puedes pedirle a alguien más que las responda):
- ¿He pasado por alto alguna relación importante entre conceptos?
- ¿Qué pasaría si cambiara un concepto de lugar?
- ¿Se nota la jerarquía de las ideas, de más importantes a menos importantes?
- ¿Se identifica sin mayores problemas la idea central?
- ¿Quedan claras las relaciones entre los conceptos?
Conclusión
Los mapas conceptuales son una gran herramienta para organizar ideas y establecer relaciones. Por lo mismo, tienen un gran valor educativo, no solo para la memorización sino también para el análisis y la comprensión.
Los mapas conceptuales pueden dar una noción falsa de simpleza o de ser anticuados o irrelevantes. Espero que después de leer este artículo estas ideas hayan quedado desterradas.
¿Has utilizado mapas conceptuales o los has propuesto en tus propuestas educativas? ¿Tienes otros consejos que quisieras agregar sobre esta herramienta?