
Los podcasts cumplieron 18 años en 2022 y es bueno ver que están entrando justo a su vida adulta. ¿Aún no sabes qué es un podcast? Más aún, ¿por qué podría ser una de las mejores llaves en tu caja de herramientas para la capacitación?
¿Qué significa “podcast”?
A 18 años de que este término fuera acuñado por Ben Hammersley en un artículo publicado en The Guardian, aun existen confusiones en cuanto a qué es un podcast.
Se puede responder sencillamente que un podcast es un programa de radio bajo demanda, distribuido por internet. Tan fácil como eso y tan complicado como eso.
En este artículo daremos más datos sobre qué es un podcast, pero basta saber que es un programa con una estructura. Tiene episodios, que pueden estar organizados en temporadas. Puede ser de un solo tema o de una variedad de temas. Pero es un contenido dinámico, fluido y estructurado.
Además, se distribuye por internet, a través de un protocolo de sindicación llamado RSS, lo cual permite inscribirse para obtener el contenido, recibir avisos cuando hay contenido nuevo o descargar los programas previos que están almacenados en una plataforma web en la nube.
La palabra sería una combinación de “pod”, derivada del dispositivo iPod y “cast”, que significa transmisión. Para comprender el origen de este término, necesitamos un poco de historia.
La historia (resumida) del podcast
Quizá ahora, en tiempos de Netflix, YouTube, Spotify y otros servicios de contenido disponibles en línea, nos sea menos complicado entender el concepto.
El curioso nombre está asociado a un dispositivo (hardware) que apareció en 2001: el iPod. Si lo vemos en forma abstracta, un iPod es sencillamente un disco duro, un decodificador de archivos y una interfaz de salida de audio (el conector de 3.5 mm para audífonos).
La idea no era nueva. Ya en 1998 Elger Labs había desarrollado un reproductor de archivos MP3 con 32 megabytes de memoria y un precio de 250 dólares. Como se puede ver, era un dispositivo muy caro, con una capacidad reducida. Así que Apple recuperó la idea e hizo lo mejor que sabe hacer: optimizar esa tecnología, simplificar su uso y convertirla en una gran marca, para venderla a un público masivo.
Lo más relevante es que en los años 2000 se unieron cinco elementos que generaron una gran revolución en la distribución de contenido:
- Internet, con velocidades cada vez mayores y eventualmente en forma inalámbrica.
- La digitalización del contenido multimedia, principalmente audio y video, para su transmisión por internet.
- Software y formatos de compresión de archivos digitales ricos en datos.
- Miniaturización del almacenamiento.
- Un público dispuesto a llevar consigo dispositivos o gadgets (que en realidad son pequeñas computadoras con funciones más o menos específicas… que luego se condensaron en el teléfono móvil).
El primer iPod, al tener capacidades de almacenamiento de 5 GB (150 veces más que el primer reproductor de música comprimida), junto con las aplicaciones relacionadas de extracción de audio y de distribución de música, permitían a los usuarios llevar consigo bibliotecas inmensas de contenido musical.
Entonces surgió una nueva idea. ¿Por qué no aprovechar esas posibilidades de distribución de contenido para crear programas de radio que se pudieran distribuir y escuchar desde el iPod? Así nació la idea del podcast: una transmisión a través del iPod.
Qué no es un podcast
Primero que todo, un podcast no es cualquier tipo de grabación de audio. Por ejemplo, si en un curso de e-learning encontramos que se insertó un audio para escuchar la lectura de un documento, eso no es un podcast. Si el formato del curso multimedia contiene audio de todo el texto incluido, eso tampoco es un podcast.
Un podcast tampoco es un audiolibro ni un audiotexto. El audiolibro es la lectura directa y tal cual de una obra. Puede estar dramatizada o no, pero es una unidad completa, quizá dividida en capítulos, pero no es un podcast (aunque un podcast podría incluir la lectura seriada de los pasajes de un libro o de un libro completo). Un audiolibro puede estar grabado en un conjunto de CD o incluso ser descargado a un celular, computadora o tableta, pero sigue siendo una obra completa, terminada, que es leída por locutores o actores.
Un podcast tampoco es una cápsula de audio que se puede distribuir para transmitir un contenido. Por ejemplo, una audioguía en un museo no es un podcast. Un archivo de MP3 donde se dan instrucciones para operar un dispositivo tampoco es un podcast.
Por eso es importante recordar que un podcast es como un programa de radio. Tiene una estructura, está seriado y se distribuye en forma periódica a los oyentes, a través de internet.
¿En qué se diferencia un podcast de una transmisión de radio?
Principalmente en la forma de distribución. La radio requiere una infraestructura complejísima para llevar un contenido a sus oyentes. Se requiere utilizar una frecuencia en específico para hacer la transmisión (lo cual está sujeto a regulaciones gubernamentales). Además, es preciso tener una antena para emitir las ondas radiales.
Por si fuera poco, el alcance de la transmisión está limitado diferentes características técnicas y físicas: si se transmite por amplitud modulada, frecuencia modulada, onda corta. Otro elemento a considerar es la potencia de la emisora. Y en caso de que una emisora quiera llegar a lugares más lejanos, requeriría que otras estaciones o emisoras retransmitan su señal. Además, una vez que un programa es transmitido, no hay forma de volver a escucharlo (a menos, claro, que dicho programa también se reproduzca en forma de podcast). Y todo esto sin considerar los elementos propios de la producción del programa.
El podcast, por su parte, solo requiere tres pasos: la producción del programa (grabación y edición), su montaje en una plataforma en la nube y la descarga por parte del oyente (sea automática o por solicitud).
Para esto se utiliza un protocolo de internet llamado RSS (Really Simple Syndication) que hace posible inscribirse a un podcast y obtener de forma automática las actualizaciones cuando hay contenido nuevo.
¿Cómo puedo usar un podcast para la capacitación?
Ya habíamos tratado el tema del uso del audio para la capacitación. Ahora, en el caso directo de la capacitación, ¿cómo podrías utilizar el recurso del podcast?
Te daremos solo unas ideas, aunque desarrollemos algunas de ellas más adelante.
En primer lugar, ten en cuenta que un podcast es un medio asíncrono para transmitir contenido. Por lo mismo, solo necesita ser desarrollado en una ocasión y luego puede ser almacenado y retransmitido.
Al ser un contenido generado de una sola vez, es posible recurrir a los principales expertos en un tema, planteando una entrevista especial. Se pueden planear igualmente entrevistas con invitados especiales, con una perspectiva distinta a la que se suele tener, para abrir las posibilidades creativas.
Ya antes se mencionó que un podcast (o un episodio de un podcast) no es lo mismo que un audiolibro o un audiotexto. El podcast puede presentar solamente los elementos más generales y destacados de un tema. Esto permite plantear los momentos en que un podcast puede ser relevante para la formación: como introducción o como instrumento de andamiaje para reforzar temas e ideas.
El podcast es seriado. Un solo programa no agota todo el tema ni contiene todos los elementos. Se puede distribuir una gran cantidad de contenido en distintos episodios que puedan plantear las ideas principales en una forma más amena y digerible.
Un podcast puede estar almacenado en la nube o en el dispositivo del usuario. Esto permite poder revisarlo una y otra vez, tantas como sean necesarias para repasar el contenido, reforzarlo o descubrir nuevas claves.
El podcast, además, conserva una de las características que más hemos resaltado antes: la posibilidad de hacer multitareas. El podcast tiene que estar presentado de una forma creativa, atractiva y que permita que el escucha se sienta involucrado con el contenido. Al ser así, permite que el escucha realice otras actividades sin dejar de prestar atención a lo que está escuchando.
Un podcast puede ser incorporado en algunas plataformas de gestión del aprendizaje (LMS), de modo que es posible ofrecer un acceso controlado al contenido, u ofrecer de una sola vez todos los episodios.
El podcast tiene múltiples ventajas que iremos analizando en forma detallada, por lo cual puede ser una gran adición a las herramientas destinadas a la capacitación.