Diferencias entre capacitar, educar e instruir
Diferencias entre capacitar, educar e instruir

El e-learning tenía que hacerse mainstream… y se hizo. Estoy hablando del e-learning en sentido general, como la instrucción y educación utilizando medios digitales e internet.

Sin dar un dato preciso, más bien una aproximación basada en la experiencia, diría que antes de 2013 el e-learning utilizando modalidades asincrónicas aún no tenía la “legitimidad” suficiente para ser vista como una forma de instrucción “real”.

Pero primero unas precisiones.

Aprendizaje sincrónico y asincrónico (o el saber y el tiempo)

Cuando se habla de instrucción sincrónica o asíncrona, parece que se trata de un tema complicado. En realidad solo significa una cosa: que las personas que intervienen en el acto de enseñanza-aprendizaje o de capacitación, se encuentran en el mismo tiempo (sincrónico) o se encuentran en momentos distintos (asincrónico, puesto que el prefijo “a” indica negación, como en normal/anormal).

Hombre viendo la hora en su reloj.
La instrucción sincrónica implica una coordinación en el tiempo.

En el caso de actos comunicativos, una llamada telefónica, una plática en persona, una conferencia, una clase presencial, son sincrónicos, puesto que hablante y oyentes establecen una comunicación al mismo tiempo (a veces también en el mismo espacio). Pero, ¿qué pasa por ejemplo en el caso de un foro de discusión? O incluso cuando se deja un mensaje de voz en una contestadora o en el buzón de voz del teléfono celular. Una carta, un correo electrónico… en estos casos la comunicación se da de modo asíncrono, no al mismo tiempo, es decir, en momentos distintos.

Estos dos términos se usan con gran frecuencia para hablar de modos de instrucción o capacitación. Si se dice que un curso es sincrónico, se espera que haya presentes instructores, docentes o tutores que impartan la instrucción y puedan responder de inmediato, por cualquier vía, las dudas o cuestionamientos de las personas que están aprendiendo.

Si la educación o capacitación es asíncrona, hubo un trabajo previo de desarrollo para crear un “objeto de aprendizaje” que sirve explícitamente para la educar o capacitar. En ese desarrollo pudo haber la participación de varios expertos, instructores, etcétera. Puede ser un programa de televisión, un video, un curso e-learning, m-learning…

Dos paradigmas (principales) de la instrucción usando las TIC

Esto nos lleva también a dos formas de educar y capacitar con tecnologías electrónicas (o digitales). Una sigue el modelo en el que docentes y estudiantes interactúan en el mismo momento y otra en el que el docente o creador (o los creadores) de contenido instruccional puede desarrollar un contenido que el estudiante puede consultar y estudiar en un momento distinto (como los cursos multimedia distribuidos a través de plataformas).

Es claro que también se pueden crear modalidades mixtas: generar clases a distancia en forma de webinars o videoconferencias y establecer actividades complementarias usando contenidos en línea, foros de discusión, etcétera. A estas modalidades se les llama también blended o b-learning.

Niña tomando clases a distancia
Las TIC se habían utilizado principalmente para la capacitación a distancia, con videoconferencias o e-learning. Los requerimientos actuales de educación han dado pie a la implementación de clases a distancia usando internet, fuera de las aulas físicas.

Hasta ahora solo he mencionado la manera en que estos actos se dan en el tiempo. Ocurre así porque las TIC permiten que el espacio sea un factor menos relevante. Por eso hablamos de “educación en línea” y “educación a distancia” o su variante en cuanto a la capacitación. Y de nuevo, puede haber una modalidad mixta: cursos principalmente presenciales que también utilizan recursos en línea.

En ese sentido, el espacio de reunión para la educación en línea ha recurrido a la estructuración de “espacios virtuales” utilizando diversas metáforas, como aula virtual o salón virtual, sala de debate (o chat room), campus virtual, universidad en línea, foro virtual.

¿Entonces e-learning, curso en línea, educación a distancia son cosas distintas?

Por costumbre, al hablar  de un curso e-learning nos referimos a un curso en línea, que el estudiante puede tomar por su cuenta, casi siempre sin la supervisión de un tutor. Este tipo de cursos pueden ser multimedia e incluir actividades y exámenes que se califican en forma automática. Esto incluye cursos en video, como los provistos por servicios como Crehana, Lynda, Udemy, entre otros. Deben ser diseñados instruccionalmente, de tal modo que contengan toda la información o las referencias que el usuario requiera para dominar el tema… incluso si es necesario repetir el curso por completo.

La educación a distancia ha cobrado mayor relevancia en fechas recientes, aunque su utilización, al menos en México, se ha apoyado en la transmisión de clases en video por televisión y el acompañamiento de los maestros, con estrategias variadas, como el uso de herramientas de videoconferencia por internet, correo electrónico y en algunos casos incluso visitas directas.

¿Capacitar, educar, instruir, son lo mismo?

No son lo mismo, por eso siempre se hace una diferenciación. Los términos más utilizados son educación y capacitación.

La educación está relacionada con el desarrollo de la persona en múltiples aspectos: intelectuales, morales, éticos, sociales y culturales. En el ámbito académico se habla de educación sobre todo para la formación inicial, es decir, desde la educación preescolar hasta la educación media, e incluso media superior.

En la educación, la educadora o el educador buscan que el educando se desarrolle en múltiples aspectos que le permitan desenvolverse adecuadamente en la sociedad, desarrollarse en ella y tener los conocimientos para resolver problemas cotidianos.

La capacitación se brinda sobre todo a adultos, porque su ámbito es el aprendizaje y la adquisición de destrezas, habilidades, juicios de valor o conocimientos para desempeñar en forma correcta una actividad.

Por lo mismo, se suele hablar de capacitación para el trabajo, cursos de capacitación. Si en la educación se educa para ser (o para formarse), en la capacitación se busca que la persona sea capaz de hacer.

¿Entonces YouTube es una gran fuente de e-learning?

¿YouTube para educar?
Es innegable la capacidad de plataformas de video como YouTube para difundir, entre otras cosas, tutoriales y clases. No obstante, no suelen ser parte de un plan estructurado y son más bien fuentes informales para el aprendizaje.

Si bien en YouTube (o cualquier otro repositorio de videos) se encuentra una gran cantidad de tutoriales, documentales, programas temáticos, estos entrarían en la clasificación de aprendizaje informal.

Al ser YouTube, Vimeo, Facebook Video, inclusive TikTok e Instagram TV plataformas de video abiertas al público, la calidad del contenido encontrado es diversa. Puede convivir contenido muy bueno, elaborado con medios de producción escasos, con contenido sin fuentes ni respaldo pero elaborado con una gran calidad de edición de video.

No obstante, la informalidad no se refiere tanto a la calidad de este contenido como a la estructura y la intencionalidad con las que se planean y desarrollan.

El e-learning requiere el trabajo de diseño instruccional para cumplir con los objetivos de instrucción requeridos. Cada contenido es parte de un curso, el cual forma a su vez parte de un un plan de capacitación o una planeación curricular. No quiere decir que del aprendizaje informal no se aprenda nada o se aprenda menos. Más bien, no está articulado dentro de un plan formal de capacitación o educación. Incluso los cursos individuales que no forman parte de un plan más amplio, obedecen a objetivos y metas que deben ser cumplidos.

¿Qué debemos considerar en el desarrollo de un plan de capacitación?

Todo contenido instruccional que es parte de un plan de capacitación tiene objetivos determinados, se realizan evaluaciones acordes al contenido revisado y satisface necesidades específicas de capacitación. Uno de estos planes puede incluir la revisión de contenidos de YouTube o cualquier otra fuente de contenido audiovisual, pero siempre orientando su uso al cumplimiento de objetivos instruccionales específicos.

No se debe dejar de lado que también el diseño instruccional está en una evolución teórica. Está incorporando los nuevos escenarios y desarrollos tecnológicos. La repercusión de estos aspectos no es menor, lo cual ha planteado nuevos retos y ha generado investigaciones en el tema desde los años de 1980 por lo menos.

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