Portada especial: ¿Qué es la lectura fácil?
Portada: ¿Qué es la lectura fácil?

Este artículo es parte de de nuestra serie dedicada a los criterios de accesibilidad para ayudarte a lograr una mayor inclusividad en tus cursos. Ya hemos abordado la lengua de señas y los subtítulos descriptivos, ambos dirigidos a personas hipoacúsicas.

En esta ocasión nos enfocaremos en un criterio de accesibilidad difrente, la lectura fácil, que está dirigida principalmente a las personas con discapacidad intelectual (no confundir con discapacidad mental, aunque a menudo suelen usarse como sinónimos, no siempre lo son).

¿Te interesa saber más? Sigue leyendo.

¿Qué es la lectura fácil?

La discapacidad intelectual se refiere a cualquier dificultad que presente una persona para comprender o razonar cualquier información, es decir, se trata de una discapacidad de tipo cognitivo. Para estos casos se diseñó la lectura fácil.

La lectura fácil es una forma de facilitar la comprensión, a través de un lenguaje más sencillo y claro, incluso acompañado de imágenes para reforzar un concepto importante.

Dado que no todas las personas presentan el mismo grado de discapacidad intelectual, se han establecido categorizaciones dentro de la lectura fácil, las cuales se dividen en tres niveles, según el grado de “simplificación”:

Nivel 1: profusión de ilustraciones y poco texto, complejidad sintáctica y lingüística baja, con palabras de muy alta o alta frecuencia de uso, con una estructura sintática tradicional (sujeto – verbo – objeto).

Nivel 2: incluye vocabulario y expresiones de la vida cotidiana, así como instrucciones fáciles de seguir, acompañado también con ilustraciones. La extensión de las oraciones y la cantidad de palabras aumenta un poco más, pero sigue limitándose la complejidad sintáctica.

Nivel 3: mayor cantidad de texto y pocas ilustraciones, algunas palabras poco usuales e incluso lenguaje figurado, en ocasiones con saltos espacio-temporales. En este nivel la adaptación del texto es mínima y se limita a actualizar la sintaxis.

¿Es lo mismo la lectura fácil que el lenguaje claro?

Aunque es frecuente que los términos “lectura fácil” y “lenguaje claro” se usen como sinónimos, algunos autores los consideran conceptos separados, aunque muy similares.

Si bien en ambos casos se trata de presentar una versión simplificada y más comprensible de un texto en principio complejo o que utilice un vocabulario muy especializado, la principal diferencia es que la lectura fácil está diseñada y dirigida a distintos colectivos que presenten dificultades de comprensión lectora (ya sea por discapacidad intelectual o por falta de una formación adecuada en lecto-escritura), mientras que el lenguaje claro está pensado para un público general y no se encuentra regulado ni validado por ninguna normativa.

¿Cómo puedo implementar la lectura fácil en mis cursos en línea?

Antes de implementar la lectura fácil en tus cursos, es importante que te plantees algunas cuestiones, a fin de que el recurso se pueda utilizar de la forma más completa posible.

¿Qué quieres comunicar?

Como hemos dicho en muchas otras ocasiones, tener claro lo que quieres contar es el primer paso fundamental al diseñar cualquier curso en línea, y lo mismo aplica para la lectura fácil. Recuerda que solo debes comunicar lo esencial y más importante de cada tema o módulo, por lo que debes tener muy claro el tema que abordas.

Persona leyendo, haciendo gesto de tener complicaciones para leer..
No es lo mismo que resulte difícil comprender un texto porque su estructura y redacción son complejos (o defectuosos), que tener una discapacidad o una complicación que haga más difícil entender textos comunes. Es importante tener presente esa distinción al redactar para la lectura fácil.

¿A quiénes está dirigido el texto?

Debes ser cuidadoso al momento de armar los textos de lectura fácil, no solo por las características de la misma, sino también por el nivel al que te estás dirigiendo. Como dijimos antes, estos pueden ir desde lo más elemental hasta un nivel más complejo, con oraciones más largas y vocabulario más especializado, según las necesidades de la audiencia.

Toma en cuenta las capacidades y limitaciones de los participantes (asi sea en forma hipotética) y con base en eso determina el nivel de lectura que escogerás.

¿Cómo utilizarás la información?

Si bien la lectura fácil por definición procura que el lector la asimile de una vez y no requiera de relecturas, esto no implica que el lector quiera conservarla y releerla cuando lo necesite.

Toma en cuenta qué uso planeas darle al contenido que vas a plasmar en lectura fácil; por ejemplo, si es una infografía o una guía que los usuarios puedan consultar cuando lo necesiten.

Mujer con síndrome de Down leyendo en un dispositivo electrónico.
Siempre toma en cuenta a quiénes está dirigido el texto de lectura fácil. Recuerda que a cada necesidad se pueden aplicar diferentes tipos de herramientas y estrategias que hagan más accesibles los textos.

Algunos puntos para implementar la lectura fácil

Una vez consideradas estas cuestiones, toma en cuenta estos puntos al redactar un texto dea lectura fácil:

  • Usa frases cortas y un lenguaje claro y directo.
  • Evita el uso de subordinadas o estructuras sintácticas complejas.
  • Procura mantener una distribución espacial simple, una oración por renglón, como si fuera un poema.
  • La exposición debe seguir un orden claro y coherente.
  • Trata de personificar el texto tanto como sea posible, dirígete al lector: por ejemplo, en lugar de “los usuarios pueden…”, usa “tú puedes…”.
  • Evita frases negativas o prohibitivas.
  • Procura evitar el uso de números o valores matemáticos; en caso de que sea estrictamente necesario, usa números en vez de letras (“6” en vez de “seis”).
  • No utilices metáforas o expresiones en sentido figurado.
  • Evita los tecnisismos o el vocabulario muy especializado, las abreviatuas y las iniciales.
  • Evita signos de puntuación poco frecuentes (dos puntos, punto y coma) y limita el uso de la coma.
  • Usa las mayúsculas solo en los casos fijados por la norma ortográfica.
  • De ser posible, acompaña el texto conimágenes y fotografías, las cuales deben estar siempre vinculadas a un texto o acompañadas de un epígrafe que permita relacionar la imagen con lo que se dice.
Para generar un texto de lectura fácil es necesario tomar varias decisiones sobre la estructura y la redacción. En resumen, es imprescindible un fuerte trabajo editorial y de redacción para ajustarlo a las necesidades del público objetivo.

De esta manera lograrás que tus cursos sean más accesibles para una mayor cantidad de gente, incluyendo a personas con discapacidades intelectuales.

Conclusión

Esto ha sido todo, esperamos que esta información sobre la lectura fácil te haya sido útil. Recuerda que si quieres recibir más contenido y mantenerte al tanto de las últimas tendencias y novedades sobre nuestros cursos o e-learning, puedes seguirnos en nuestras redes sociales y en nuestro blog, donde podrás encontrar muchos más artículos como este.

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