
Si estás aquí, es porque necesitas consejos para apoyar a tus hijas o hijos con sus clases en línea.
La emergencia producida por el COVID-19 ha generado la necesidad de implementar medidas de distanciamiento social. A su vez, esto ha propiciado un incremento en el uso de las TIC para la educación y el trabajo.
Para las madres y los padres de hijas e hijos en edad escolar, la pandemia ha representado retos adicionales. Si es tu caso, te ofreceremos tips para resolver estos nuevos desafíos y los que nos presentará la “nueva normalidad”.
Tabla de contenido
Un desafío histórico
La situación por la que atravesamos las generaciones de hoy no tiene precedentes. El actual confinamiento debido al COVID-19 ha modificado el itinerario de nuestro día a día.
Esto incluye, por supuesto, los procesos educativos. Si bien por recomendación oficial los estudiantes de nivel básico en México no están asistiendo a los planteles, esto no significa que se haya detenido el curso escolar.
El gobierno de México ha implementado una serie de medidas para que los estudiantes de nivel básico puedan continuar el ciclo escolar desde casa.
En la entrevista del día 18 de mayo de 2020, el secretario de educación Esteban Moctezuma Barragán comentó que, sorpresivamente, uno de los elementos más ha destacado en este proceso de educación a distancia ha sido el uso de smartphones, tablets, computadoras e internet.
Hay que recordar que una de las opciones provistas es el uso de la televisión como recurso de enseñanza.
Justo ahí tú como madre o padre, participas en el proceso de educación a distancia. Sea que trabajes desde casa o que debas salir a laborar, has debido sopesar la responsabilidad de apoyar en el proceso de e-learning a tu hija o hijo.
Quizá te abrume la situación, pero queremos apoyarte
Entendemos que asumir este rol ha sido una labor muy difícil para muchas madres, padres, abuelas, abuelos y tutores en general. ¿Quién no perdería la cabeza teniendo que llegar de trabajar y seguir “trabajando” con la tarea de los pequeños? ¿Quién no sería llevado al límite si tiene que trabajar, atender las labores de casa y, además, hacer de “maestro”?
En Subitus hemos preparado una serie de artículos para ti que eres madre o padre y has tenido un debut complicado, junto con tu hija o hijo, en el interesante mundo de la educación a distancia.
Como institución dedicada por más de 10 años al elearning, en Subitus queremos ofrecerte algunos consejos para apoyar a tus hijas o hijos con sus clases en línea, de modo que puedas manejar la situación como un profesional.
Si ya conocías estos tips, confiamos en que los reforzarás exitosamente.

Tres consejos para apoyar a tu hija o hijo con sus clases en línea
1. Muestra empatía con tu hija o hijo
A pesar de las indicaciones de distintos gobiernos, muchas personas aún deben salir a trabajar; otras, en cambio, no tienen que salir, pero continúan sus labores en modalidad home office (trabajo desde casa). O bien tienen que realizar las tareas de cuidados y domésticas.
Sin importar la situación, la mayoría de madres y padres deben seguir laborando, y ahora deben supervisar a infantes y adolescentes en las labores escolares. A veces incluso deben trabajar y ayudar a los hijos simultáneamente.
Es, sin duda, una situación sumamente angustiosa para madres y padres. Pero es crucial que consideren que, así como para ellos es una situación estresante, para sus hijos es igual o más agobiante.
Siguiendo la recomendación de la UNICEF, es importante vigilar el comportamiento de hijas e hijos, pero también el propio. Por la estrecha convivencia que tienen, los hijos perciben con bastante facilidad cuando los padres están ansiosos, nerviosos o molestos.
Cuando los hijos detectan que papá o mamá están nerviosos, molestos o estresados, entran en estado de alerta. Como consecuencia, se ponen a la defensiva y se genera una especie de círculo en el que padres e hijos están alterados, intranquilos.
Es importante que los papás recuerden que las niñas y niños están lejos de sus amigas y amigos, es decir, de las únicas otras personas con las que se sienten más o menos identificados.
Si tienen hermanas o hermanos, no es extraño que los conflictos aumenten en casa. Además, las niñas y los niños han perdido la posibilidad de ir al parque o al cine. No todos los niños tienen patios a dónde salir a jugar y distraerse.
Los adolescentes no padecen menos el confinamiento que los niños y que los adultos. La necesidad de privacidad que encontraban en la escuela, con su grupo de amigos, fuera de la casa, ha sido coartada por la convivencia estrecha e ininterrumpida con la familia.
Ya no pueden ir al cine o de fiesta, no pueden salir a caminar a las plazas como lo acostumbraban. Es algo sumamente irritante para ellos.
Quizá una de las recomendaciones más importantes que podemos hacerte es evitar las respuestas negativas ante las acciones de tu hija o hijo. La mayoría de docentes y capacitadores sabemos que es mejor aplicar refuerzos positivos a los estudiantes y/o capacitandos.
Esto tiene una base teórica que no todas las mamás y papás conocen. Desde una frase de aprobación (“¡Muy bien!”, “¡Exacto, eso es!”, ¡Felicidades, lo hiciste muy bien!”) hasta un premio tangible (una golosina, una frase inspiradora en su libreta o hasta un apapacho).
Docentes y capacitadores sabemos que se deben evitar, a toda costa, las respuestas negativas.
Si violentas a tu hija o hijo por los errores en sus quehaceres escolares, estará incentivando un ambiente al que él o ella no estaban acostumbrados.
Es improbable que en la escuela violenten a su hijo como tú podrías llegar a violentarle en una pérdida del control sólo por haber hecho mal la tarea.
Si ya de por sí tienen que lidiar con el malestar del confinamiento, hacer de las labores escolares una molestia elevará los niveles de estrés de tu hijo o hija.
Por ello, es imprescindible que madres y padres procuren no perder de vista los sentimientos de sus hijos.
¿Qué hacer entonces? En la medida de lo posible, turnarte con tu pareja o con algún familiar (o alguna persona solidaria) los días en que sea necesario apoyar a los hijos en sus labores. Asimismo, estar vigilante para alertar a esa persona si comienza a exaltarse.
Si no hay otra persona con quien puedas compartir el apoyo a tus hijas o hijos (o incluso aunque tengas apoyo), identifica y busca modos de controlar tus emociones. Por ejemplo, puedes practicar ejercicios de respiración para el control del estrés, el enojo y la ansiedad.
En última instancia, se trata de que tú, como persona adulta, te entregues con gran ímpetu al control de tus emociones. Como quiera, los hijos pequeños y adolescentes no han tenido el tiempo suficiente, ni la experiencia ni las herramientas para hacerlo.

2. Acepta que la tecnología entrará en la vida de tu hija o hijo, sí o sí
Uno de los mejores consejos para apoyar a tus hijos con sus clases en línea es aceptar que éstos ya entraron en un proceso.
Sabemos que como madre o padre te preocupan la seguridad y privacidad de tus hijas o hijos cuando comienzan a tener acceso a internet. Es comprensible que tengas cierto temor de entregarle un smartphone, una tablet o una computadora.
Sin embargo, considera que el vínculo entre el estudio y el uso de las tecnologías computacionales es cada vez más estrecho y cada vez más temprano.
A diferencia de generaciones anteriores, hoy los estudiantes necesitan acceso a internet obligatorio para diversos puntos en su formación, sea por motivos administrativos, académicos. o de investigación
Sea para inscribirse, para consultar el acervo de la biblioteca, mandar la tarea por e-mail o tener videollamadas con sus docentes, la incorporación de las tecnologías de la informática en la educación es inminente. Esto ya no es algo que ocurra sólo en los niveles más avanzados de la educación.
Debido a los beneficios que reporta (tanto económicos como en la calidad de vida) también en niveles como el medio superior y la educación secundaria se ha integrado ya la modalidad de inscripción en línea, biblioteca digital y envío de tareas por plataforma virtual. A consecuencia del actual confinamiento, el uso de TIC en la educación básica (primaria) se ha vuelto una alternativa prácticamente inevitable.
Con todo, es esencial que medites que, al rechazar que tu hija o hijo acceda a internet, sólo estás postergando lo inevitable.
Un reporte publicado por Influence Central en el sitio CNBC indica que, a sabiendas o no de sus padres, los niños de entre 9 y 10 años ya comenzaron sus andanzas por las redes sociales.
3. Considera que tus acciones y actitudes guiarán sus pasos
Por otro lado, Marty Klein, doctor en psicoterapia y terapia sexual, externó en entrevista para el sitio safekids.com que la edad promedio en la que los niños comienzan a ver pornografía (con o sin internet) es entre los 12 y los 14 años.
¿Qué deberían hacer madres y padres ante esta situación? Según las recomendaciones del sitio youareamom.com, por principio madres y padres deben dar un ejemplo de un uso responsable de las redes sociales. Tarde o temprano padres e hijos se encontrarán en las redes sociales (aunque no lo revelen unos a otros).
Tú, en tanto que el adulto de la relación, puedes empezar por usar las redes sociales como te gustaría que tus hijos las usaran. Así como aprenden frases y gestos imitando a los padres, los hijos pueden aprender a usar las redes sociales por imitación.
El modo en que vean que usas las redes sociales, la opinión que tengas de ellas, el tiempo que les inviertas y la importancia que les des, serán una de las más importantes referencias que tendrán sobre cómo usarlas.
En la misma línea, se recomienda enseñar a hijas e hijos a identificar el ciberacoso, lo que incluye tanto a los acosadores (cyberbullies) como a potenciales pederastas.
Según el sitio guiainfantil.com, uno de los elementos clave para proteger a hijas e hijos ante el ciberacoso es la comunicación estrecha. Es necesario reforzar la confianza para que los hijos deseen comunicar sus problemas a sus padres.
Si tú adquieres ciertos hábitos, como cumplir siempre las promesas que le haces a tus hijos, no ser descubierto mintiendo, si demuestras que no pierdes el control de tus emociones (ira o ansiedad, por ejemplo) y si muestras cierta apertura hablando de tus propias emociones (ser capaz de externar que te sientes triste, feliz, emocionada, nervioso, por mencionar ejemplos) ganarás la confianza de tu hija o hijo y será más fácil que él o ella te hablen de sus problemas o circunstancias, incluidas las que viven en internet.
Este mismo desarrollo de la comunicación establecerá las condiciones necesarias para que puedas hablar del acceso a contenidos pornográficos en internet. En entrevista para safekids.com, Cordelia Anderson, especialista en prevención de la salud sexual, indica que la mejor forma de abordar el tema es poniendo las cosas en contexto.
Si hablas con tu hijo claramente sobre las diversas implicaciones absurdas y dañinas que tiene el contenido pornográfico, como la trata de personas o los estereotipos estéticos nocivos (tanto para hombres como para mujeres), la surrealidad de los hechos, la denigración de las personas y, ante todo, no juzgas el hecho de que él o ella mire esa clase de contenidos, entonces le habrás entregado herramientas emocionales para que tenga una relación adecuada consigo mismo o misma y con su sexualidad.

¿Qué te han parecido estos consejos?
Un caso especial es si, además, eres docente y tienes que dar clases en línea. Si es así, te invitamos a seguir leyendo los contenidos de este blog.
Espero que este artículo sea de gran utilidad para ti y te pedimos que no nos pierdas la pista, seguiremos subiendo más artículos con tips cada vez más interesantes, estamos seguros que tú como madre o padre le sacarás el máximo provecho a estos consejos. ¡No olvides compartir el conocimiento!